Es la capacidad para reproducir los
detalles. El nivel de reproducción de estos detalles es la resolución. No debe
confundirse con la nitidez, puesto que una foto que visualmente es nítida no tiene
necesariamente una buena resolución. Una alta resolución no siempre va acompañada por
una buena nitidez.
El poder resolutivo de un objetivo o de una
película o de ambos a la vez viene dado por su capacidad para reproducir estructuras de
líneas negras sobre fondo blanco como líneas negras y no como áreas grises. Se utiliza
una carta de prueba que consiste en grupos de líneas blancas y negras.
Para comprobar el poder resolutivo de un
objetivo se comprueba la imagen aérea con un microscopio de poca potencia. Se toma como
poder resolutivo del objetivo el grupo de líneas más pequeñas que puedan distinguirse
como líneas.
Cuando se comprueban juntos un objetivo y una
película, se fotografía la carta evitando movimientos de la cámara y errores de
enfoque, y procurando evitar la sobreexposición. La película de prueba se revela y se
examina con un microscopio de poca potencia.
Al igual que al examinar la imagen aérea, se
toma como poder resolutivo el más pequeño grupo de líneas distinguibles como líneas.
Las experiencias sacadas de la practica
fotográfica comfirma que este tipo de prueba, mejora cuando el objetivo está cerrado a
diafragmas medios.
Invariablemente, un buen objetivo tiene
un poder resolutivo mucho mejor que la película.