Un filtro de color es una hoja de gelatina de color transparente, de vidrio o de acetato
de celulosa. Su función es absorber toda o parte de una o más regiones del espectro
visible. Existen filtros incoloros para absorber la radiación ultravioletas.
A menudo conviene aumentar el contraste entre
distintos tonos que tienen el mismo brillo. En fotografía en blanco y negro pueden
utilizarse filtros de color para modificar el rendimiento de los objetos de color sobre la
película.
Los filtros aumentan la luminosidad de los
colores que transmiten y oscurecen aquellos que absorben. Un filtro verde aumenta la
luminosidad del verde, del amarillo y del cian y oscurecen el azul, rojo y el magenta.
En la fotografía en color se usan filtros para
variar la temperatura de color de la luz que entra por el objetivo e igualarla a la de la
película. existen filtros azulados para elevar esta temperatura y filtros ámbar para
bajarla.
los filtros absorben luz y, por tanto, su uso
requiere un aumento de la exposición.